Ante la emergencia por el avance del coronavirus, la Organización de Naciones Unidas (ONU) activó la alarma ante una crisis sanitaria global y sin precedentes en sus 75 años de historia. Incluso, remarcó que si no se toman las medidas necesarias antes de que sea tarde, esto “matará a millones de personas”
Incluso, no duda en adelantar un horizonte sombrío: “Es casi una certeza que la crisis conducirá a una recesión global de dimensiones récord”. Así lo aventuró el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, replicando el slogan de muchos líderes globales: “Estamos en guerra contra un enemigo común”, el COVID-19.
Hasta la fecha, son cerca de 9300 los muertos en el mundo por coronavirus. En Italia, los 3405 fallecidos ya superaron todas las marcas de China, el país epicentro del virus. Ante esto, Europa se transformó en el epicentro de la pandemia: miles y miles de casos por día, jefes de Estados infectados y altos directivos institucionales bajo cuarentena.
El mismo drástico escenario se traslada a Francia, Reino Unido y España que, como Italia, lidera la cantidad de casos bajo cuarentena obligada. Fuera de los límites europeos, Irán es el país más afectado con al menos 18 mil contagios y 1.200 muertes. Incluso, se cree que la realidad cantidad de casos positivos sean más.
Del otro lado del océano Atlántico, Estados Unidos ya superó los 10.000 casos con un aumento en las últimas 24 horas. El presidente Donald Trump, quien había minimizado el virus, ya tomó decisiones más severas. La gran duda es Rusia, que hasta la fecha “sólo” declara 200 casos. La ONU está preocupada: un virus menos letal que los anteriores, no para de expandirse en todo el planeta.